Lil' Monsta

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• Una de las grandes fortalezas de Lil' Monsta es que el equipo malo empieza con una habilidad de Esbirro extra en juego. Como el equipo bueno no esperará ese Esbirro extra, maximiza las habilidades de tus Esbirros para sembrar el caos en la ciudad. ¡Un Envenenador, una Bruja o incluso un Padrino extra pueden inclinar drásticamente la balanza del mal antes de que el bien sepa qué les ha pasado!
• Los jugadores buenos estarán atentos a cuántos Esbirros parecen estar operando en la ciudad: ¡uno más de lo esperado delatará que Lil' Monsta anda por ahí! Si quieres que el equipo bueno ignore qué Demonio está en juego, ten cuidado al usar habilidades que delatan claramente, como el Cerenovus o el Asesino.
• Como el Demonio es un bebé indefenso, cualquier Esbirro puede cuidar para mantenerlo a salvo durante el día. La ventaja obvia de esto es que puedes mover al bebé para esconderlo de astutos detectores de Demonios como la Florista o la Pitonisa, ¡haciendo que su información sea inconsistente y difícil de seguir! Mover al bebé casi todas las noches significa que un jugador diferente se registra como Demonio cada noche, creando una gran confusión en el pueblo.
• Mantén al bebé a salvo poniéndolo al cuidado de tu Esbirro más confiable y menos sospechoso. Mantenerlo en un solo lugar reduce las probabilidades de que el pueblo pueda detectarlos; no necesitas pasar al bebé de un Esbirro a otro si está perfectamente a salvo donde está.
• Cualquier jugador puede cuidar a Lil' Monsta. Si la mayoría de los Esbirros están de acuerdo, puedes entregar el bebé a cualquier jugador en el pueblo. En general, no es buena idea entregar el bebé a un jugador bueno; si se lo cree, ¡podría intentar ser ejecutado para terminar la partida con una buena victoria de equipo!
• Si tienes un aliado fuera de tu equipo de Esbirros (quizás un ciudadano malo gracias al Cazarrecompensas o un Político ávido de poder), puede ser un excelente cuidador, ¡sobre todo si el pueblo no ha notado su cambio de alineamiento! No importa si todos tus Esbirros mueren, siempre y cuando el bebé siga vivo. Los Esbirros muertos siguen despertando cada noche para elegir quién cuidará a Lil' Monsta. Un Viajero puede ser una gran opción al principio de la partida, si estás seguro de que es malo; solo asegúrate de que no sea exiliado, porque si lo es, tu bebé se irá con él...
• Para decidir quién cuidará a Lil' Monsta cada noche, solo puedes comunicarte con el lenguaje corporal. Si alguien quiere de verdad al bebé, suele ser buena idea dárselo. ¡Confía en que tus compañeros malos tienen un plan que desconoces! Quizás sea un Espía o una Viuda que sabe qué personajes buenos no están en juego. Y si alguien realmente no quiere al bebé, no lo obligues a hacerlo; podría sospechar que está a punto de ser atacado y querer mantenerlo a salvo.
• Si tu grupo juega con la regla opcional de tener que poseer físicamente la ficha de Lil' Monsta, ¡asegúrate de esconderla bien! Si un buen jugador te ve con la ficha, será difícil explicarlo sin decir: "¡Oh, este es mi pequeño Demonio al que estoy cuidando hoy para nuestra secta malvada!".
• Como el Narrador elige quién muere cada noche, puedes que mates a algunos jugadores malos de esta manera. Sin embargo, ¡el Narrador nunca matará al jugador que está cuidando a Lil' Monsta! Hacia el final de la partida, dale el bebé al jugador malo que prefieras que quede con vida, para que tenga la garantía de llegar al último día.