local_library Juanjo
date_range Jueves 21-08-2025 13:05 (última edición el jueves 21-08-2025 18:36)
Dejadme que os cuente un cuento,
una historia de miedo y de pavor;
es la historia de éste, nuestro pueblo,
la historia de Villacuervos del Farol.
Al principio las señales fueron varias
pero ninguno las quería reconocer:
la leche fresca de pronto tornaba agria
y los corderos venían muertos al nacer.
Un fuerte olor a azufre inundaba
cada rincón de nuestra plácida villa.
De días las nubes perennes estaban
y de noche no había sueño, solo pesadillas.
Un vil Demonio en el pueblo había anidado,
y mientras tramaba para todos perdición,
a algunos, ahora esbirros, había embaucado,
y tras faz humana ocultaba su condición.
Mas una lóbrega noche de tormenta
cruza el pueblo un lamento espeluznante.
Los niños lloran, los adultos tiemblan,
y los ancianos se santiguan en balde.
Los más valientes entre los aldeanos
acuden rápidamente a la plaza mayor;
de allí provenía, no están errados,
aquel terrible grito desgarrador.
Uno de ellos levanta la mirada al cielo,
cae de bruces y mientras retrocede,
solo puede señalar con un trémulo dedo
al reloj de la torre: allí alguien pende.
Brutalmente empalado en el minutero
está el cuerpo de un pobre desgraciado,
su sangre forma un infinito reguero
que se pierde por el suelo empedrado.
Sus ojos ahora alimentan a los cuervos,
orejas y nariz son comida para gusanos;
arrancados han sido corazón, hígado y cerebro,
desgarrados los pies y amputadas las manos.
Su alma en paz nunca podrá descansar
mientras el cruel Demonio campe suelto.
¡Esto por Dios os lo puedo yo asegurar!
Pues aquel cadáver es este Cuentacuentos.
¡Vengad mi muerte! ¡Encontrad al culpable!
Y hacedlo raudamente y sin error,
antes de que alguien más me acompañe
y vuelva a haber sangre en la torre del reloj.
[Este fue el primer poema que escribí para el juego y el que más veces he usado; un poco largo pero ideal para crear la ambientación adecuada. Podéis usarlo y cambiarlo a vuestro antojo.]